El calendario de Córdoba Handball, hasta llegar al Centro Nacional de Alto Rendimiento (CeNARD),
será largo, como bien lo hacen saber la mayoría de sus jugadores. El camino se desandará dentro de las instalaciones del Instituto del Profesorado en Educación Física (IPEF), cito nada menos que a espaldas del mítico estadio Chateau Carreras, escenario de grandes conquistas deportivas: Vueltas olímpicas de nuestros equipos de fútbol, la pasión del Rally Córdoba y hasta una excelente velada de boxeo, en la que el ex campeón del mundo, Santos Benigno “Falucho” Laciar, llevó adelante una de sus tantas defensas por el título.
En el IPEF, el handball de nuestra provincia inscribirá una nueva página en su historia. Son 430 días los que han pasado luego del título conseguido en la primera edición de la Liga Nacional, y aún resuenan los gritos de victoria.
De todos modos, aquello ya es pasado, y ahora se dará comienzo a un nuevo proceso, que si bien cuenta con un lógico grado de incertidumbre, mantiene los mismos objetivos de superación de siempre. Por ello, y con esa meta, el viernes nuevamente dirá presente en la cancha un equipo cordobés que nos representa a todos.
A diferencia del año anterior, y como uno de los hechos rescatables, se nota más tranquilos a los jugadores, sin esa ansiedad de vivir algo nuevo, algo que puede ser vital para no sobrepasar los objetivos con las ansias. Mientras que del lado de los entrenadores el pensamiento y la planificación del día a día no está librada al azar.
En definitiva, la mirada está puesta sobre un objetivo fijo: el 2 y 3 de agosto, días en los que este grupo de jugadores y cuerpo técnico tendrán el desafió de mantener al deporte de Córdoba en el escalafón más alto del podio. Aunque, más allá de eso, sea cual fuere la posición final, el mérito será todo de ellos, ya que las ganas y la pasión los lleva a entrar a la cancha con el único rédito existente: jugar al handball en representación de su Provincia.
En el IPEF, el handball de nuestra provincia inscribirá una nueva página en su historia. Son 430 días los que han pasado luego del título conseguido en la primera edición de la Liga Nacional, y aún resuenan los gritos de victoria.
De todos modos, aquello ya es pasado, y ahora se dará comienzo a un nuevo proceso, que si bien cuenta con un lógico grado de incertidumbre, mantiene los mismos objetivos de superación de siempre. Por ello, y con esa meta, el viernes nuevamente dirá presente en la cancha un equipo cordobés que nos representa a todos.
A diferencia del año anterior, y como uno de los hechos rescatables, se nota más tranquilos a los jugadores, sin esa ansiedad de vivir algo nuevo, algo que puede ser vital para no sobrepasar los objetivos con las ansias. Mientras que del lado de los entrenadores el pensamiento y la planificación del día a día no está librada al azar.
En definitiva, la mirada está puesta sobre un objetivo fijo: el 2 y 3 de agosto, días en los que este grupo de jugadores y cuerpo técnico tendrán el desafió de mantener al deporte de Córdoba en el escalafón más alto del podio. Aunque, más allá de eso, sea cual fuere la posición final, el mérito será todo de ellos, ya que las ganas y la pasión los lleva a entrar a la cancha con el único rédito existente: jugar al handball en representación de su Provincia.